jueves, 18 de julio de 2013

La fundacion Kovacs y Flex

Estudio de la fundación Kovacs


EFECTO DE LA FIRMEZA DEL COLCHÓN SOBRE LA EVOLUCIÓN DE LOS PACIENTES CON DOLENCIAS DE LA ESPALDA 

Evaluación del efecto de dos tipos de colchón sobre el dolor de espalda. Un ensayo clínico controlado, aleatorizado y a doble ciego. 


Antecedentes. 
Aunque entre la población general, e incluso entre la comunidad médica, existe la fuerte presunción de que las características de las superficies de descanso, y en especial su firmeza, pueden influir en la aparición, intensidad y/o recurrencia del dolor asociado a algunos tipos de patología mecánica del raquis, no existía evidencia científica que demostrara cuáles eran las características más adecuadas para sanos o enfermos. De hecho, se habían realizado muy pocos estudios al respecto y su metodología impedía extraer conclusiones fiables. 

Sin embargo, aunque no se sabía qué características específicas tenían un efecto concreto, sí había datos que sugerían que las características de la cama tenían una influencia apreciable. La propia Fundación había promovido un amplio estudio epidemiológico sobre la frecuencia de las dolencias de la espalda entre los adolescentes y los factores asociados a un mayor riesgo de padecerlas, y sus resultados habían demostrado que el factor asociado a un mayor riesgo, tanto entre los adolescentes como entre sus padres, era el percibir molestias en la cama, con una asociación mucho más fuerte que otros factores, como el haber sido diagnosticado de escoliosis o una diferencia en la longitud de las piernas. 

Por eso se consideró necesario profundizar en la influencia de ciertas características específicas de la superficie de descanso sobre las dolencias de la espalda y, en este caso concreto, definir qué efecto tiene la distinta firmeza del colchón sobre la evolución del dolor en quienes ya padecen dolor de espalda.

Objetivo. 
Evaluar el efecto que deparan dos tipos distintos de colchón (uno muy firme y otro de firmeza media) sobre la evolución del dolor de quienes ya padecían dolor de espalda durante la noche o al despertar. 

Metodología. 
Fue un ensayo clínico controlado, aleatorizado y a doble ciego. La población de estudio estuvo constituida por los adultos (padres y madres, no adolescentes) que participaron como casos en el estudio de casos y controles sobre el riesgo asociado a las características del colchón que se asocian con un mayor riesgo de padecer dolor de espalda entre la población general. Por tanto, toda la muestra a estudio padecía ese tipo de dolores. 

La muestra de este ensayo fue reclutada durante ese estudio retrospectivo. Se constituyó con los sujetos que no presentaban criterios de exclusión y aceptaron participar en un estudio que conlleva la necesidad de cambiar su colchón -gratuitamente-. Para evitar la influencia de un cónyuge en el otro, se incluyó a un solo sujeto por unidad familiar -esposo o esposa, pero no ambos, aunque a ambos les doliera la espalda-, pese a lo cual la evolución del cónyuge eventualmente excluido se recogió como efecto secundario. 

La muestra se aleatorizó en dos grupos. A los sujetos de un grupo se les entregó colchones muy firmes y, a los del otro, colchones de firmeza intermedia. Las bases de descanso se homogeneizaron, de forma que se previó entregar -gratuitamente- bases firmes a quienes no dispusieran de ellas. 

Ni los pacientes, ni los técnicos que instalaron los colchones en los hogares, ni los médicos que evaluaron la evolución de los pacientes, ni los estadísticos que compararon esa evolución en ambos grupos, supieron a qué grupo concreto había sido asignado cada paciente. 

El seguimiento fue de 90 días y las principales variables que se controlaron fueron el dolor al despertar -medido por escala analógica visual-, y la limitación de la calidad de vida debida a la lumbalgia -medida por la versión española de la escala de Roland-Morris-. Además, se recogieron variables exploratorias, como la evolución del dolor de espalda en el cónyuge desde el cambio de colchón, el uso de fármacos, la relación entre el colchón que se coloca y el previo, las variables antropométricas, el tamaño del colchón, etc. 

El análisis estadístico comparó la evolución de las variables entre ambos grupos. Por motivos deontológicos, los sujetos a los que desagradó el colchón que les había sido asignado, se les ofreció -gratuitamente- uno de su elección al terminar su participación en el estudio. 


Participantes, junto con el Departamento Científico de la Fundación. 
Unidad de Investigación y Sección de Rehabilitación Reumatológica del Hospital Ramón y Cajal, Servicio de Neurocirugía de la Clínica de la Zarzuela y del Hospital Clínico de Barcelona, y Departamento de Ciencias Morfológicas de la Universidad Central de Barcelona. 

El estudio fue cofinanciado por la Fundación Kovacs y Flex, que aportó los colchones que se evaluaron en ambos grupos. 


Estado. 
El estudio ha concluido y el artículo científico correspondiente ya ha sido publicado. Lancet 2003;362:1599-1604. 

Básicamente, sus resultados demuestran que el cambio del colchón influye de manera muy relevante en la evolución de las dolencias de la espalda pero que, en contra de la presunción previamente extendida, un colchón de firmeza media mejora más del doble -y al doble número de pacientes- el dolor y la incapacidad funcional asociada al dolor de espalda. 

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